Bali. Una chamana. Y mi niña pequeña

Creí que me iban a matar y de ahí no salía. Esta historia fue muy loca.

Era mi primer viaje a Asia y mi primer viaje sola.

Dejé los arrozales atrás mientras pasaban cientos de imágenes increibles por mi cabeza. Sentía que la Angy que se iba ahora no tenía nada que ver con la que había llegado a Bali hacía 4 meses.

¡Cuantas cosas había aprendido!

Sabía que tendría algunas horas libres antes de ir al aeropuerto asi que, con la energía que me caracteriza, escurrí mi último planazo antes de irme de vuelta a casa.

En Bali hay mucha tradición de sanadores y chamanes que trasmiten su sabiduría de generación en generación. Cada chamán tiene su poder de sanación y su ritual.

Puedes encontrar lectores de manos que te pueden dejar flipando, sanadores de dolores crónicos, espirituales, sesiones en grupo, individuales, lo que se te ocurra, y lo que no.

Todo.

Y todo ocurre sumergido en la energía alegre y serena de Bali.

Yo quería vivir una última experiencia auténtica, espiritual y sanadora y llevarme toda esa serenidad a casa.

Maldita la hora…

En fin, tras un denso estudio, me decanté por una chamana que al parecer se conectaba con tus vidas pasadas y te hacía una sanación profunda desde los traumas de tus ancestros. Era un ritual frente al río, un lugar apacible, la mujer tenía un título de sacerdotisa hindú, que viene siendo un título dificil de obtener.

Hasta ahí todo entusiasmante.

En mi mente ya escuchaba la musiquita típica de los spas balineses mientras un ritual con flores y cascadas en un templo impresionante me inundaba de paz y yo llegaba al avión levitando.

Bueno, expectativas vs realidad servida.

¿Empezamos? Respira.

Bien, llegué algo tarde, el lugar parecía una granja medio abandonada en un lugar bastante remoto.

Me costó encontrarla.

Entré en la casa disculpándome y me recibió una chica seria, muy seria, indicándome hacia unas túnicas que al parecer debía ponerme y me daba jabón para lavarme las manos.

Yo, obediente.

Salió la chamana, imponente, con su piel morena, sus ojos saltones blancos que no recuerdo pestañearan ni una sola vez en 3 horas, su túnica y sus adornos en el pelo.

Nadie hablaba.

Me llevó hacia una zona donde había una especie de altar del que salía agua.

Me dispuse a recibir paz.

Empezó el infierno.

Sentí un chorro de agua gélida sobre mi cabeza. Y empezaron a inundamre calderos de agua helada sin dejarme respirar. 4 calderos, 5 calderos, 6 calderos, 7 calderos…empecé a contar cuanto faltaba para morir ahogada.

Sentí su rabia.

Yo intentaba respirar pero te juro que no podía y aquello no parecía tener plan de parar. Solo podía tragar agua.

Me ví muerta y mi reacción inmediata fue pensar: No debí de llegar tarde y enfadarla.

Mea culpa.

Como fuera, cuando ya me había rendido a la muerte, paró. Aun sin pestañear me habló por primera vez:

- Si quieres irte vete ahora.

- No tienes que pagarme. Vete ahora y no te sanes. Tu decides.

De alguna forma me sentí liberada. Tal vez si me ofrecía irme tan facilmente es que no era una asesina encubierta.

Mi cabeza daba vueltas.

- ¿Que si quiero irme? -Pensé-. Bueno, no puedo respirar, me estoy congelando y tragando agua la cual, además, me va a hacer enfermar antes de un vuelo.

- ¿Quien me manda a mí meterme en este berenjenal?

- ¡Que tonta!, la gente sabe que luego tengo un vuelo de 36 horas, nadie notará mi desaparición hasta dentro de 2 dias mínimo.

Por supuesto que quería irme gritando ¡SOCORRO!

Tal vez exageraba. O no.

En fin.

No pude moverme, le aguanté la mirada yo creo que unos 20 años más o menos hasta que dije, "me quedo".

Me preparé para ahora sí, morirme.

No sé como, era el mismo chorro de agua y los mismos calderos pero esta vez la sentí más templada y ahora podía respirar facilmente.

Me dejó ir a secarme para continuar el ritual.

El segundo infierno estaba a punto de comenzar.

Si hay algo que me dé a mi miedo en la vida, es la oscuridad. Que le pregunten a mis padres el coñazo que he dado toda la vida para que me dejaran una luz encendida. Y si encima se me juntan la claustrofobia y la oscuridad ya olvídate de mí.

-Pasa.

Oh, diosito, ¿porque me fio de las recomendaciones de la gente? Ahora es cuando me va a enterrar viva.

Señalaba a un cuarto oscuro, enano, en el que no se veía nada. Calculaba que quedaban unas 2 horas de ritual como mínimo. ¿Me iba a tener ahí? ¿Iba a pagar yo por vivir mi peor pesadilla?

Pues ese parecía el plan de la tarde sí.

Allí me dejó lo que para mí fue una eternidad. Pensé de nuevo en salir e irme corriendo gritando SOCORRO pero como para enfadarla otra vez estaba la cosa.

Inmóvil me quedé, rezando porque pasara el tiempo y autoconvenciendome de que 2 horas eran una buena siesta y pronto estaría a salvo en el avión.

Entró en el cuarto.

¿Iba a descuartizarme y comerme? ¿Sería esa la tradición de más de 400 años?

Yo tumbada. Empezó a hacer ruidos extraños y a poner sus manos sobre mí, suave, sin presionar.

Primero se quedó bastante rato en mi cabeza y empezó a eructar. Mucho. Gracias a dios q no se come chorizo en Bali asi que todo bien. Bueno, rutio pa aquí rutio pa allá nos pasamos las 2 horas.

Lo cierto es que yo no sabía si me lo estaba inventando, si solo quería autoconvencerme de q saldría viva de allí o qué pero notaba como si cada parte en la que ella ponía sus manos se desinflara dando paso a una gran paz.

Algo q nunca había sentido antes.

Ni después (spoiler de que no morí aquel día por si lo estabas pensando)

Tras varios resoplidos, esfuerzos y sudores, la mujer se apartó y empezó a cantar.

Puso un par de velas y me dijo, espera 2 minutos y sal. Y si quieres hacer la ofrenda (osea pagar) déjalo aquí, esta es la figura del dios de la abundancia.

¡¡Salí viva!! emocionada por haber terminado, conmocionada por lo vivido, preocupada por si mi taxi nunca aparecía y estaba atrapada allí, me vestí y salí.

Esto si que fue una sorpresa, me encontré a la chamana sonriendo, amable. Estaba diferente, parecía otra persona, se acercó cariñosa y me dijo:

Siento muchísimo lo dura que ha sido la sesión. No sé si estas bien informada de mi don, que viene de mi madre, de mi abuela y 3 generaciones anteriores y es que sentimos lo que hay dentro de las personas, lo canalizamos y lo sanamos.

Es algo que yo no puedo controlar pero depende de quien aparece aquí a veces me paso toda la sesión muerta de risa, o llorando, depende de lo que me transmiten. Así como te he tratado a tí, con esa dureza y desprecio e ignorando tus necesidades hasta casi el ahogo, es un reflejo de como tu te tratas a tí misma.

Y eso es lo que hoy hemos sanado.

Y así, flipando en colores me fuí al avión. Tuve por primera vez una migraña estratosférica que me dió por pensar que igual me habían drogado.

Un año mas tarde, mi vida había dado un giro de 360º en muchos niveles.

Un ejemplo de ello es que recuerdo que yo solía estar en otra galaxia, en el pasado, en el futuro, en lo que pensaba el de en frente, en lo que iba a decir yo luego. Nunca presente.

Eso desapareció.

Una noche me desperté entre sueños, acababa de soñar que la chamana aparecía y me preguntaba ¿como estas?

Al día siguiente a la mañana tenía un mensaje en el teléfono: Soy xxx, viniste a una sesión hace un año y hoy te he sentido ¿Estás bien cariño?

Lo estaba.

Definitivamente, el ritual no fue lo que esperaba, no fue bonito ni relajante.

Aun así, ¿fue una experiencia que mereció la pena? Juzguen ustedes mismos.

No doy su nombre porque no quiero intervenir en las experiencias de cada uno, pero si vais a Bali y visitais algun chamán/a , aseguraros de trataros bien antes. ¡Y contadme luego!

Ahora, no puedo transmitiros lo que sea que me hiciera para sanarme pero os voy a compartir el mensaje que me envió antes de llegar al avión:

Su mensaje decía así, traduzco:

Querida Ángela, hoy has sido valiente y te has enfrentado al dolor que arrastras desde tus antepasados. Con ello te has sanado a tí y les has sanado a ellos. Ahora, para continuar una vida de amor y paz debes ser valiente de nuevo y perdonarte a ti misma.

Ponte delante de un espejo y aguantate la mirada durante 5 minutos. Busca dentro de tí, ¿Qué te enfada?

¿Por qué me siento así?

¿Qué pensamientos me vienen?

¿Te comparas con otros y crees que son mejores?

¿Te criticas por hacer algo mal?

¿Te dices que tú no puedes?

¿Crees que no eres suficiente para alguien?

Cuando lo encuentres, y esto puedes hacerlo cada vez que te sientas enfadada, perdónate.

¿Cómo?

Coge una foto de cuando eras pequeña o visualízate a ti misma con unos 7 años y sitúate en tu habitación, en tu cuarto de niña. Cierra los ojos, hazlo. Si ves a mas gente en el cuarto pídeles que se vayan. Que se quede sola.

¿Qué sentía esa niña?

Ahora abrázala, pídele perdón por haberle hablado mal tantas veces, por haberla olvidado, por haber dejado sus sueños aparcados, por haber permitido que la trataran mal y prometele que de ahora en adelante jamás la dejarás sola.

Y con esa promesa, perdónate.

Cada vez que te encuentres hablándote mal a tí misma, piensa en esa niña y en como la tratarías si fuera ella quien se equivocó.

Suelta.

Había más, pero solo con esto creo que si eres capaz de instalar a esa niña/o dentro de tí, pasarás a hacerte responsable de ti misma/o y de una vida de sufrimiento a una vida de amor de forma automática.

Yo sé que esta historia no va contigo porque tu te quieres mucho, jamás te llamas tonto a ti mismo/a y nunca has olvidado tus sueños pero quien sabe, te podría sorprender.

Si no pruebas no puedes decir, "ya se te ha ido la pinza otra vez, Angy".

Son 3 minutos que pueden durar para siempre, Netflix no se va a ir a ningún lado.

Bueno, a todo esto, acabo de llegar a Bali hoy después de aquello, hace 3 años. ¿Debería ir a visitar a la chamana a ver cómo anda mi energía ahora? o ¿Mejor me dejo de historias y me doy un buen masaje?

Nos vemos la semana que viene para esta vez volver juntos al campamento de verano.

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